¿quién son usted? preguntó a pequeño príncipe, y añadió, “usted son muy bonito mirar”.

El corazón profundo todo el mundo vive en un pequeño príncipe

“Quién son usted?” preguntó a pequeño príncipe, y añadió, “usted son muy bonito mirar.”

“Soy un zorro.” dijo el zorro.

“Venga y juegue conmigo”, propuso al pequeño príncipe. “Soy infeliz”.

“No puedo jugar con usted,” el zorro dijo. “Me no domestican.”

“Qué lo hace ese medio--doméstico?”

“Es un acto descuidado demasiado a menudo”, dijo el zorro. “Significa establecer lazos.”

“Para establecer lazos?”

“Apenas eso,” dijo el zorro.

“A mí, usted no sigue siendo nada más que un niño pequeño que sea apenas como mil otros niños pequeños hundreed.

Y yo no tenga ninguna necesidad de usted.

Y usted, en su parte, no tiene ninguna necesidad de mí.

A usted, no soy nada más que un zorro como cientos mil otros zorros.

Pero si usted me domestica, después nosotros necesitará el ach otro.

A mí, usted será único en todo el mundo. A usted, seré único en todo el mundo…”

“Estoy comenzando a entender,” dijo al pequeño príncipe. “hay una flor… que pienso que ella me ha domesticado…”

“Mi vida es muy monótona,” el zorro dijo.

“Cazo pollos; los hombres me cazan. todos los pollos están apenas igualmente, y todos los hombres están apenas igualmente.

Y, en consecuencia, soy un poco aburrido.

Pero si usted me domestica, será llenado de sol.

Conoceré el sonido de un paso que sea diferente de todos los otros.

Otros pasos me envían que se apresura detrás el underneathg la tierra. El suyo me llamará, como música, fuera de mi madriguera.

Y entonces mirada: ¿usted ve el campo de trigo allí? Yo no como el pan.

El trigo es inútil a mí. Los campos de trigo no tienen nada decir a mí. Y eso está triste.

Pero usted tiene pelo el color del oro. ¡Piense que cómo maravilloso ése será cuando usted me ha domesticado!

El grano, que es también de oro, me traerá apoyar el pensamiento de usted.

Y amaré escuchar el viento en el trigo…”

El zorro miró en el pequeño príncipe, durante mucho tiempo.

¡“Por favor… domesticarme! ” él dijo.